sábado, 20 de febrero de 2010

Las andadas

A este gato le gusta mucho andar por ahí, husmear. Ver y escuchar sin ser percibido, hacerse el invisible. Cuando me abordan [Un niño que insiste en cargarme, una jovencita que me quiere acariciar] no sé cómo reaccionar. A menos que me den algo de comer, usualmente me escabullo. No me agrada meterme en situaciones donde no tengo control, mucho menos cuando me echan a perder el juego de espía y me bajan de las nubes.
El caso es que hoy he andado mucho sin encontrar nada muy interesante o extraordinario ¿Será momento de cobijarme en la comodidad de un nuevo hogar? Tal vez. Lo pensaré. Por lo pronto me duelen mis patitas. Y un gato como yo nunca avanza más allá de esta molestia, a menos que, por supuesto, busque/quiera/necesite algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

miaus