martes, 7 de diciembre de 2010

Arder como la tarde, y como ella morir.

Quiero de nuevo arder en tus ojos, mientras ahorcamos juntos a tu sombra.
Lamer tu sangre, que es mi delirio. Morder tu voz.
Proferir en silencio ese impetuoso grito que le da sentido a ese segundo único en el tiempo, en el que todo lo que no es existe. En el que soy todo lo que no puedo ser.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Con este clima

Sólo quiero estar echado entre tus piernas, dejar que me acaricies hasta quedarme dormido. Soñar que lamo tu corazón dulce y tibio como la leche, pero de color rojo. Que te muerdo y rasguño el alma para hacerte cosquillas, y eres tan feliz como yo.