viernes, 7 de diciembre de 2012

Apágate


Apágate esta noche porque tu luz me ciega. No necesito verte, tu olor es suficiente para impulsarme a seguirte en la inmensidad de la ciudad, suficiente para desear arrancarte la ropa y lamerte toda de pies a cabeza.
Apágate un poco, nada más para que mis pupilas se abran y te traguen y mires desde adentro lo que soy. Cállate y déjame ronrronearte al oído toda la noche. Déjame mecerme con los latidos de tu corazón.
Detente. Permanece latente. No dudes, no temas, no afirmes, no creas.
Disuélvete conmigo. Juguemos a no ser.
Apágate, no pienses. Mira cómo las cosas revelan su propio brillo en la oscuridad
¿Puedes ahora ver mis ojos?