Un gato ambiciona tenerlo todo: Una casa grande donde pueda dormir sin ser molestado, que incluya personas que le den de comer delicioso y lo mimen siempre que él quiera. Una vez que ha reunido lo anterior puede empezar a medir el tiempo que tardará en aburrirse.
A menudo un gato se escapa no porque extrañe estar con otros gatos (o gatas), sino porque siente la necesidad primaria de cazar algún animalejo. No para comer, ni (como algunos dicen) para satisfacer el instinto de matar. Simplemente para constatar que sigue siendo capaz de hacer algo por sí mismo.
Además, quién puede soportar la rutina, por más "feliz" que sea. ¿Para qué sirve la perfección, si no para introducir un poco de caos y disfrutar de lo imprevisible?
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miaus