martes, 26 de mayo de 2009

2:21

El gato no duerme, sólo mira.
Es todo ojos, y con ellos se traga a la noche.
El gato no duerme, sólo escucha.
Sus orejas, como antenas potentísimas, alcanzan a escuchar toda clase de sonidos:
Quejas, gemidos, ronquidos, ronrroneos;
pesadillas, deseos, sueños;
el cielo, la tierra, el infierno.
Puede oírlo todo, puede verlo todo, pero no hay ni una sola palabra escrita o pronunciada para él.
Por eso no duerme, por eso aún busca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

miaus