No cerrará nunca el ojo gigante, tan grande que sus pestañas son muros, porque estará ocupado hasta el fin de los tiempos en lanzar al cielo un grito mudo de piedras volcánicas y vegetación. [Matorral de palo loco, le llaman]
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
miaus