domingo, 23 de mayo de 2010

Voz

Tu voz aterciopelada aún me acaricia por dentro, aunque hace ya mucho que no la oigo. No puedo evitar buscarla en otras voces, intuirla, extrañarla. La he olvidado un poco. No recuerdo del todo bien su volumen y textura, las vibraciones que deja en el aire, como ondas que yo casi podía ver...
En cambio sé muy bien qué es lo que todavía me provoca. Buscaba estar cerca de ti porque al oírte me entraba como una euforia difícil de disimular, me daban ganas de morderte y rasguñarte un poco, sólo un poco, porque no sabía de qué otra forma decirte que me ponías muy contento.
Esa voz tuya es como un ronrroneo que me acaricia, que me hace cosquillas, y me dan ganas de correr, de  brincar, de romper; de enterrarle las uñas para que suene más fuerte, de morderla un poco para que grite. De aferrarme a ella para no soltarla jamás.
Pero no. Aunque algunas veces le imaginé un cuerpo de color y forma cambiantes, nunca la pude tocar.
¿La habré perdido para siempre?
Tal vez no, quizá aún quede un eco de ella atrapado entre los pliegues de mis orejas. Tal vez uno de sus destellos se atoró en mis oídos. Es cierto que ya no la escucho, pero siempre la recuerdo, la imagino.
A veces en sueños se me aparece, la sujeto entre mis manos, y la lamo.

2 comentarios:

  1. Por fin te encontré!!! mmmmm.... a ver, a ver... ¿sí eres tú????

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  2. ¿Quién soy yo? Nada más que un gatito gris que a veces escribe cosas. Yo a ti sí te conozco, Alenka. He leído tu blog.
    ¿Tienes mascotas? Podrías adoptarme, je je
    Espero que estés muy bien, te mando muchos saludos.

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miaus