lunes, 10 de mayo de 2010

Echarse a andar

Me gusta salir a caminar, pero sólo de noche. No hace calor, no hay demasiada gente. Todo parece un misterio por descubrir, y las cosas que encuentro parecen irreales, pero más sinceras.
Me voy así como soy, sin nada más que mis patas, mis ojos y pelaje. Duermo en los rincones de siempre; uno nunca sabe, a veces he encontrado agujeros más tranquilos y plácidos que las mansiones.
Se requieren ciertos conocimientos: comer de los botes de basura es siempre una buena opción, sólo hay que cuidarse de los perros. Tampoco es recomendable hacerlo en donde hay muchas ratas: suelen ser lugares demasiado sucios, donde sólo quedan despojos. Bien usados, son un recurso de valor turístico: por las sobras de la comida se saben muchas cosas de la gente del lugar.
A veces me he ido lejos. Puedo irme unos dos días, unos cuantos meses, o mejor no regresar. Me puedo presumir como amplio conocedor de algunas ciudades. Varios apreciarían mis dotes de guía turístico.
Así que a veces me voy para huir de la rutina. Busco en los oscuros rincones de ciudades desconocidas lo que soy, y tomo de ellos lo que me pertenece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

miaus