Algunos se molestan cuando nosotros, los felinos, armamos garulla con nuestros rituales amorosos, pero si tuvieran el oído tan agudo como nosotros y tuviesen que soportar oírse entre ustedes a través de las paredes ya se habrían cortado unos a otros las cuerdas vocales con todo y garganta.
Te descubrí, descubrí lo que tenías escondidoNo, ya no, el corazón se me va a salir del pechoAsí, eso es. Juega conmigo. Juega que para eso estoy.No son muchas las personas que se puedan tocar con las palabrasTe gusta el dolor ¿eh?- Así, como te gustaría morir: Cogiendo- No, morir no- Bueno, vivir. Vivir cogiendo- Sí...- ¿Tú crees?- Sí, claroTe transformas, vuelas hacia mí...Para que aprendas¡Qué cogida, Beatriz! ¡Qué cogida!No tuve que preguntártelo, me di cuentaAhh, me vas a matar
No se imaginen los cuerpos jadeantes y sudados, sólo pónganse en mi lugar. Si pudieran escuchar todo eso tan claramente como yo desearían poder hacer algo, tal vez lanzar un zapato, para que esos escandalosos los dejaran dormir.