martes, 8 de septiembre de 2009

Entrevista

Usualmente no me interesa el tema, pero la crisis me ha golpeado a mí también. Cada vez es más difícil encontrar comida decente en las calles. Por motivos de seguridad no diré cómo, cuándo o dónde, pero fui a ofrecer mis servicios a una empresa editorial.
Como hay que ir muy presentables acicalé mi pelaje hasta casi quedarme sin saliva. En la fila mis competidores creyeron que el que estuviera ahí un gato era una curiosidad, así que me divertí mucho al ver sus caras cuando llegó mi turno. En general, fue todo muy aburrido, sólo recuerdo algunas preguntas sin sentido que me hicieron:

- ¿Qué es lo usted sabe hacer?
- Comer, dormir, escribir absurdos en un blog y maullar. Esto último lo hago muy bien, tengo un talento innato...
- ¿Por qué quiere el trabajo?
- Yo no quiero el trabajo, vengo a hacerles una oferta que podría ser muy lucrativa para ambos.
- ¿En qué cree usted que puede colaborar con nosotros?
- Como le dije, no vengo para que me contraten como un empleado más. Personas dispuestas a vender su tiempo y esfuerzos hay muchas. Yo les tengo una propuesta seria: Compren mis escritos, comprométanse a publicarme. Estos libros tendrán un éxito garantizado por el mero hecho de que el autor es un gato; y no sólo un gato, soy yo. ¿Entiende lo bueno que es eso?

Y bien, el resto no tiene sentido contarlo, es bastante previsible cómo terminó el encuentro. Claro, ellos no me llegaron al precio, ni pudieron cumplir mis condiciones, así que me negué terminantemente a dejarles publicar mi obra.
Después de todo, no hay nada como un blog. Cierto es que no paga, pero se es completamente libre de publicar lo que sea, sin editores que molesten con tonterías como el tiempo, el contenido o la exensión.
Además, ¿quién diablos quiere ser escritor? A mí me basta y me sobra con ser gato.

1 comentario:

  1. Bien, se a convertido en una especie de ídolo a consecuencia de su entrevista. ¿Sabe, yo también soy medio felino? No por lo gata, sino más bien por el caracter agrio que me cargo.
    Me agrada ser medio felino a veces, ya que eso gusta a las hembras, funciona como sistema enternecedor previo al apareamiento, lo hace lucir más salvaje. En fin, ser fiero tiene sus cosas agradabes.

    Don gato.

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miaus