Leí sobre una manifestación política y anduve buscando a ese grupo de personas. Fui en bicicleta por toda la ciudad, incluso en rumbos donde es peligroso meterse porque el terreno es muy irregular y circula mucha gente entre trabajadores de la construcción y maquinaria pesada.
Me cansé de buscarlos. Un hombre-iguana, de brillante azul en el cuello y las manos, y amarillo en la cara, me dijo que él había estado en la manifestación, que lo buscara a las 7 para que me dijera lo que pasó.
Pero ya no fui porque a esa hora tenía que estar despierto en otro lado.
martes, 4 de septiembre de 2012
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miaus