Un hombre mató a 400 mujeres, muchas de ellas eran casi unas niñas. Les abrió la garganta para robarles la voz.
Dios le dio oportunidad de arrepentirse y devolver a las jóvenes la voz y la vida, pero el hombre se negó. Entonces Dios lo transformó en cenzontle y lo condenó a cantar eternamente para Él.
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miaus