Un hombre mató a 400 mujeres, muchas de ellas eran casi unas niñas. Les abrió la garganta para robarles la voz.
Dios le dio oportunidad de arrepentirse y devolver a las jóvenes la voz y la vida, pero el hombre se negó. Entonces Dios lo transformó en cenzontle y lo condenó a cantar eternamente para Él.
miércoles, 24 de octubre de 2012
lunes, 8 de octubre de 2012
Hasta que sea el momento
Mi madre me enseñó que la paciencia se usa para matar. Una vez que aprendí a cazar, ella volvió a la calle a ejercer su vocación de puta elegante.
Lo mío no es espera, sino acecho. Me quedo quieto el tiempo que sea necesario para asesinar. Tumbado y oculto, siento que ardo. Me incendio.
Más poderoso que el odio es el deseo. Te quiero atrapar. Te voy a atrapar. Vas a ser mío, pequeño pajarito. Te arrancaré la cabeza y de tu corazón beberé el jugo.
Respiro profundo para enfriarme un poco, para no explotar. Canta, pequeña y dulce ave.
Casi me duele reprimir el movimiento de mi cola. Estoy ansioso, pero no me debo mover, debo saber esperar. Debo contenerme para desplumarte. Debo esperar hasta que sea el momento...
Lo mío no es espera, sino acecho. Me quedo quieto el tiempo que sea necesario para asesinar. Tumbado y oculto, siento que ardo. Me incendio.
Más poderoso que el odio es el deseo. Te quiero atrapar. Te voy a atrapar. Vas a ser mío, pequeño pajarito. Te arrancaré la cabeza y de tu corazón beberé el jugo.
Respiro profundo para enfriarme un poco, para no explotar. Canta, pequeña y dulce ave.
Casi me duele reprimir el movimiento de mi cola. Estoy ansioso, pero no me debo mover, debo saber esperar. Debo contenerme para desplumarte. Debo esperar hasta que sea el momento...
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